Mis obras tienen alma figurativa, algunas nacen de emociones profundas, otras de historias que merecen ser contadas, y muchas veces, simplemente de la libertad de dejar que el color y la materia me guíen.

Mi deseo es que quien observe mis cuadros, no sólo vea una imagen, sino que la sientan, que conecten con su propia historia, que encuentren en ellos una emoción, un recuerdo o una sensación inesperada. Que mi arte no solo decore, sino que acompañe.

Trabajo con óleo y acrílico, dos técnicas que me permiten explorar diferentes caminos dentro de la pintura, siempre con la inquietud de descubrir nuevas formas de expresión.

Cada obra nace de un sentimiento y un propósito. Antes de empezar, necesito encontrar una razón que me mueva, una emoción que le dé vida. Durante varios días, dejo fluir ideas, pero solo aquella que despierte algo profundo en mí será la elegida.